Seis consejos para evitar ahogamientos de niños en piscinas y playas
El verano es la época en la que los niños disfrutan de lo lindo bañándose en piscinas y playas. La imagen más típica de nuestros hijos es verlos armados con sus manguitos y el cubo de playa o lanzándose en modo bomba para ver quién logra salpicar más. También están aquellas familias que pasan los veranos en el pueblo y entre excursión y excursión, deciden refrescarse en las frías aguas de los ríos. Todo parecería indicar que lo tenemos todo hecho y que no tenemos que preocuparnos por nuestros hijos. Se están divirtiendo con sus amigos y lo mejor que podemos hacer es tumbarnos al sol y disfrutar. Gran error. No podemos bajar la guardia pues lo ahogamientos son más comunes de lo que parece.
Y es que según el Instituto Nacional de Estadística (INE) entre las muertes que se producen en niños de 0 a 14 años, un 13% son por causa de ahogamiento tras un descuido de sus padres o tutores en piscinas y playas. Un total de 36 niños murieron por ahogamientos en 2017 y la mayoría, tenían menos de 5 años. Además, el lugar donde suelen suceder estos accidentes suelen ser en piscinas privadas. Si a esto le añadimos las decenas de niños que no fallecen pero que sufren fracturas o secuelas neurológicas u otras lesiones, el tema es como para tomárselo bien en serio.
En el Colegio El Valle de Alicante sabemos de lo importante que es tomar precauciones a la hora de practicar deportes acuáticos y de que los niños aprendan a nadar. De hecho, la natación es una actividad que forma parte de la programación lectiva del centro a partir de 1 año. Por ello, hemos querido resumir seis consejos imprescindibles para extremar las precauciones en piscinas y playas durante el verano y evitar ahogamientos, a sabiendas de que un pequeño despite puede resultar fatal para nuestros hijos.
Vigilancia continua en playas y piscinas
El adulto o miembro familiar que acompañe al niño a la playa o piscina es responsable de su cuidado. El niño debe estar vigilado todo el tiempo y no está permitido perderlos de vista mientras están en el agua. Un niño se puede ahogar en cuestión de segundos por lo que aconsejamos no perderlos de vista más de 10 segundos.
Minimiza riesgos y protege a los niños
Si el niño es muy pequeño, debemos cerciorarnos que no intenta acercarse a la orilla o al borde de la piscina. Para evitarlo, tenemos que encontrar la manera de que esté cercado, o colocar alguna silla u objeto similar que le impida llegar al agua.
La educación, la base
Lo ideal para evitar ahogamientos es que nuestros hijos aprendan a nadar desde bien pequeños. Apuntarlos a las extraescolares de natación del centro puede ser una buena opción. Aunque minimizamos el riesgo de que pueda ahogarse en caso de descuido, el hecho de que ya sepan nadar no nos exime de ninguna responsabilidad como tutores del pequeño. Debemos estar alerta igualmente.
Ten a mano objetos de rescate
Flotadores, salvavidas, planchas de surf o incluso la pértiga que usamos para limpiar la piscina. Ten siempre a mano algún artilugio que pueda ayudarte a socorrer a tu hijo en caso de ahogamiento. El teléfono es fundamental tenerlo localizado por si tenemos que llamar a los servicios de urgencias.
Un cursillo de primeros auxilios
Nunca está de más aprender la secuencia de reanimación cardiopulmonar (RCP) y por supuesto, tener a mano el teléfono de emergencias (112). Si hay un percance y está el socorrista, hazle caso en todo momento pues él es el profesional en este tipo de situaciones.
Cuidado con el sol
Protege a los niños del sol. La crema solar de alta graduación es esencial en verano. Si el sol es muy intenso, intenta que tus hijos usen gorro y gafas de sol. Si existe un percance y el niño sufre un golpe de calor, las consecuencias pueden ser fatales. Intenta que hagan la digestión después de comer.